Consejos para una alimentación sana

Para mantenernos sanos y llenos de energía hay que tomar como una obligación realizar cuatro comida diarias (desayuno, comida, merienda y cena). Nuestro organismo necesita un aporte calórico estable y constante todos los días del año. Saltarse una de estas comidas como forma de mantener la línea o reducir peso no es la solución más acertada ya que podríamos alterar el metabolismo de nuestro cuerpo consiguiendo un efecto contrario al deseado.

Tener una alimentación variada garantiza la correcta incorporación de vitaminas y minerales a nuestro organismo. El porcentaje de alimentos que deben formar parte de nuestras comidas queda perfectamente reflejada en la llamada pirámide nutricional.

Con el objetivo de evitar el incremento de la tasa de colesterol en sangre se recomienda:

- Comer pescados y aves.
- Moderar el consumo de huevos y vísceras.
- Escoger carnes magras.
- Cocinar a la plancha, brasa, horno o hervir los alimentos en lugar de freírlos.
- Se pueden consumir aceites vegetales (oliva, maíz y girasol)
- Limitar el uso de mantequilla o margarina.
- Consumir lácteos descremados.

Elegir alimentos que sean una importante fuente de fibras vegetales y ricos en hidratos de carbono. Por ejemplo: pan, verduras, ensaladas, cereales, legumbres y frutas (membrillo).

Con el objetivo de tener controlada la tensión arterial se recomienda no tomar nada de sal. Tan sólo podrías estar justificado después de haber realizado un esfuerzo físico importante.

Es muy recomendable la realización de una actividad física diaria. Esta actividad tendrá que ser acorde a su edad, gustos, condición física y disponibilidad horaria. Tener en cuenta los requerimientos diarios de vitaminas y minerales que exige el desarrollo de la actividad. Se recomienda consultar a su médico antes de comenzar a realizar una nueva actividad física.