Beneficios de la carne de membrillo

Las propiedades saludables del membrillo se deben a su abundancia en fibra (pectina y mucílagos) y taninos, sustancias que le confieren su propiedad astringente por excelencia. También contiene ácido málico, ácido orgánico que forma parte del pigmento vegetal que proporciona sabor a la fruta, con propiedad desinfectante y favorecedora de la eliminación del ácido úrico.

Todas las recetas a base de membrillo son muy ricas en un tipo de fibras que forma geles viscosos, lo que limita la absorción de las grasas, colesterol incluido, en el intestino. De ahí la magnífica idea de comerlo con alimentos grasos como el queso o la cuajada.

Es fuente de calcio y vitaminas A, C, B1, B2 y B3 y también tiene una notable cantidad de potasio, fóforo, hierro y sodio. El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.

Gracias a la presencia de ácido málico, tanto el dulce de membrillo como la mermelada preparada con esta fruta son muy digestivos. Conviene incluir estas preparaciones en la dieta de los convalencientes que necesitan recuperar peso o entre quienes sufren acidez de estómago.

El nutriente que más destaca en la composición del membrillo es el potasio, motivo por el que contribuye a mejorar la salud de los hipertensos y las personas que sufren algún problema cardiaco.

Entre los fitoquímicos identificados en el membrillo se encuentran los flavonoles que tienen acción antioxidante por lo que pueden contribuir a reducir el riesgo de algunas enfermedades tales como las cardiovasculares.

Sólo o acompañado de pan blanco, el membrillo ayuda a desinfectar el tracto digestivo, reduce el tránsito intestinal y desinflama la mucosa del intestino.